sábado, 28 de febrero de 2009

El meollo del asunto

Diosmel Rodríguez
Houston, TX Febrero 28, 2009
rdiosmel@gmail.com

La publicación de tres artículos por diferentes autores, sobre una importante arista de la problemática cubana, pone de relieve que hay una verdadera y genuina preocupación por encontrar el meollo del comportamiento social y político de la sociedad cubana en la Isla.
El primero en traer el tema a colación fue el periodista Pablo Alfonso, en su artículo “Ironías y paradojas” publicado en el Diario de Las Américas el 7 de febrero del 2009, donde dice:

“Usted puede escuchar de protestas públicas en Pekín o Moscú, pero no en La Habana. Esa realidad quiere decir dos cosas. Uno: Los cubanos en la isla todavía le otorgan cierta confianza política al régimen. Dos: Los cubanos no protestan porque se han vuelto incapaces de reclamar a cara descubierta sus derechos. Cuba es un convento político. La dictadura descansa. Por supuesto que no faltan opositores, pero sin duda, no hay una Oposición articulada con un poder de convocatoria, que supere al miedo, al acoso y a la represión policial. Eso es lo que demuestra la realidad”.
El día 25 de febrero, Ivette Leyva Martínez, bajo el titulo “El muro de la disidencia” publicó un artículo en el Nuevo Herald, donde señala: “La oposición cubana viene dando síntomas de un anquilosamiento similar al del régimen. Ha fracasado en su principal misión: convertirse en un movimiento popular”.

En la Habana, Cuba, la periodista independiente, Laritza Diversent, el 26 de febrero en su articulo “NO ES COBARDÍA, ES IGNORANCIA POLÍTICA”, trata de reinterpretar lo argumentado por Pablo Alfonso y dice: “Antes de afirmar que los cubanos son incapaces de reclamar, en otras palabras cobardes, hay que preguntar ¿Qué entienden los cubanos por derechos humanos? En Cuba no hay cobardía ni desinterés por la política. Lamentablemente hay un desconocimiento jurídico que impide que el pueblo emprenda acciones concretas para una transición democrática”.
Sin embargo, ninguna de las conjeturas llega a una conclusión muy clara. Todas tienen algo de verdad, pero necesitan ser llevadas a una realidad más pragmática, donde se pueda definir los antecedentes históricos del sistema imperante en Cuba, los mecanismos de control social del régimen, incluyendo la represión desmedida, la anulación de la vida y activismo político y la fallida estrategia de la oposición, que no ha sabido readaptarse a cada nueva circunstancia histórica.
Cuando Pablo Alfonso habla de la incapacidad de los cubanos de reclamar públicamente sus derechos, interpreto que se refiere a la indefensión adquirida, ese síndrome que como inercia lleva el ser humano por dentro y que solo se vence mediante los mecanismos de compulsión social.

Es cierto que no hay una oposición articulada con poder de convocatoria y capacidad movilizativa, eso es una realidad evidente. Las causas que lo motivan deben ser parte de un minucioso análisis, pero lo cierto que no existe una vinculación de la oposición con la comunidad a partir y en representación de sus intereses.
Los líderes de la oposición en Cuba, no son los típicos luchadores sociales, que se arriesgan a partir de su liderazgo y se convierten en hombres de pueblos. Las justificaciones pueden ser muchas, pero el resultado es el mismo, no existen esos luchadores. Nuestros líderes de la oposición, cuando confrontan al gobierno, no lo hacen defendiendo un hecho de impacto social, o que así al menos lo interprete la población, razón por la que hemos visto a la muchedumbre gritar; ¡Abajo los Derechos Humanos!

Lo señalado anteriormente también es válido para lo que plantea Ivette Leyva Martínez, cuando refiere que la oposición ha fracasado en su misión de convertirse en un movimiento popular. No obstante, cuando se señala el anquilosamiento de la oposición, debe tenerse en cuenta que hay un liderazgo histórico que ha envejecido, pero no ha encontrado un acertado relevo generacional, producto del éxodo masivo de la oposición.

En este punto es muy importante señalar, que aunque la nomenclatura envejece, los cuadros intermedios y de base, así como los agentes represores se renuevan constantemente. Además seguidores y partidarios del régimen siguen ahí ocupando el teatro de operaciones, no emigran, mientras los que disienten en vez de convertirse en una fuerza cada día mayor, abandonan el país.
En política, los planteamientos macros, entran dentro de la retórica. El planeamiento de que el pueblo no reclama sus derechos por desconocimiento jurídico es desconocer la psicología de masas. Mas en un país, que la ley no forma parte de un estado derecho, ni su aplicación siquiera corresponde un acto jurídicamente probado o en consecuencia de los hechos cometidos, enmarcados y tipificados en un Código penal. El fusilamiento de los tres jóvenes, relacionados con el secuestro de la lancha de Regla, bajo la prerrogativa de una medida ejemplarizante, demuestra fehacientemente, que hasta la pena de muerte puede ser a discreción de la cúpula gobernante.

Si partimos que las masas son amorfas e inorgánicas por naturaleza, no podemos asegurar que con conocimiento jurídico el pueblo emprenda acciones concretas para una transición democrática. Las masas por sí solas no emprenden acciones, si no hay un liderazgo que tome la iniciativa, principalmente en nuestras sociedades de una arraigada cultura caudillista.

Los líderes son los encargados de identificar esos derechos jurídicos, apoyarse en ellos y convocar al pueblo para salir a defenderlos. Y no solo los derechos jurídicos establecidos dentro de un marco legal, sino aquellos derechos elementales de la vida, como la vida misma.
En Cuba no ha surgido un movimiento civilista en contra de la pena de muerte, algo muy importante, porque podría entrar en consonancia con los llamados movimientos progresistas y eliminaría la herramienta suprema de la represión y principal causa del miedo psicológico colectivo, dejando la prisión como la mayor medida de terror, algo que podría saturarse, como una estrategia de lucha.

El trabajo inteligente de una oposición es buscar todas aquellas causas que conducen al inmovilismo social, revertir sus efectos y a partir de ahí establecer sus estrategias. El líder, rebautizado por el régimen cubano como cabecilla, constituye su principal objetivo estratégico. El tratamiento para con él es descalificarlo y luego someterlo a un castigo excesivo ejemplarizante, pero nunca hacerlo mártir por una causa noble.

Esto indica que el liderazgo político, en el estricto sentido de la palabra es peligroso, arriesgado y de bajo impacto social. La estrategia debe ser a partir de un liderazgo colectivo tomando como base las demandas sociales, en un momento que las condiciones están dadas, a juzgar por la cantidad de fotos de grupos contestatarios que llegan de Cuba.

En otros trabajos se han esbozado muchas ideas y estrategias que deben ponerse en práctica para lograr verdaderos cambios en Cuba y el papel que deben jugar los diferentes actores en este complicado escenario político. En un próximo trabajo estaremos exponiendo las causas objetivas y subjetivas responsables de esa inercia política y social en que se encuentra la población cubana.

miércoles, 25 de febrero de 2009

IVETTE LEYVA MARTINEZ: El muro de la disidencia

By IVETTE LEYVA MARTINEZ
Seis presidentes han visitado Cuba en los últimos meses y ninguno se ha reunido con miembros de la disidencia --excluyo al visitante permanente Hugo Chávez, por razones obvias. Es cierto que la mayoría de esos líderes simpatiza con el régimen castrista, pero la atención casi nula que le dedicaron al movimiento opositor es un síntoma inequívoco del estado en que se encuentra.
La oposición cubana viene dando síntomas de un anquilosamiento similar al del régimen. Ha fracasado en su principal misión: convertirse en un movimiento popular.

Su liderazgo ha envejecido paralelamente al de la dictadura, sus acciones principales consisten en preparar documentos y hacer declaraciones a la prensa extranjera. Y aún así los disidentes ni siquiera logran ponerse completamente de acuerdo en temas secundarios, como evaluar la labor de Radio y Televisión Martí.

La convocatoria al Diálogo Nacional, lanzada en febrero de este año, no es más que otra iniciativa formal de mínima repercusión porque la disidencia cubana sigue siendo guetto político, una isla dentro de la isla, desconocida a nivel popular dentro de Cuba.
El proyecto Varela de Oswaldo Payá Sardiñas, el único intento disidente que llegó a tener alcance popular y repercusión en las esferas gubernamentales, tampoco logró unificar a los opositores cubanos, e incluso algunos lo atacaron con vehemencia, para no hablar de los que lo condenaron en el exilio.

Lamentablemente, a lo largo de los años la oposición cubana ha sido incapaz de crear un escudo contra la acción cizañera de los agentes infiltrados de la dictadura y de dejar a un lado las rivalidades personales en aras de la meta común: que Cuba se convierta en un país democrático.
La ola represiva de la primavera del 2003 demostró ser un tsunami devastador. El movimiento, que había adquirido nuevos bríos, fue arrasado. Sus miembros más promisorios fueron encarcelados; allí siguen 55, ¡la mayoría!

Sin proponérselo, una agrupación cívica femenina comprometida con la liberación de esos hombres volvió a poner en el mapa a la disidencia cubana. Hoy las Damas de Blanco parecen haber perdido bríos también, lo cual es comprensible ante la represión y las tácticas divisivas del régimen.
Las grietas de lo que resta del movimiento opositor son cada vez más visibles. Disputas por los envíos de dinero desde el exilio, sospechas y acusaciones mutuas, reportes imprecisos de violaciones de derechos humanos por parte de algunos activistas y periodistas independientes manchan también el prestigio de la disidencia.

Pienso que la manutención de los disidentes desde el exilio ha dañado a ese movimiento. Las remesas se convirtieron en meta salarial para algunos miembros de los grupos opositores, en vez de servir como compensación y ayuda. No me opongo a que se les envíe dinero, pero creo que es un arma de doble filo que debe ser manejada con extremo cuidado, por ejemplo, a través de instituciones con fondos privados.

Digo todo esto con pesar y no con goce. Los disidentes cubanos han purgado cárcel, han vivido bajo hostigamiento durante décadas, sacrificando su bienestar y el de sus familias. Las protestas de estos hombres y mujeres han contribuido a quebrar el mito de Cuba como paradigma de un mundo mejor. Tristemente, ese esfuerzo no ha logrado abrir el camino a la democracia.
No faltarán quienes digan, con mentalidad totalitaria, que una crítica a la disidencia es un servicio al régimen castrista, pero creo que hacer la vista gorda ante la crisis de la oposición cubana es un servicio aún mayor.

En el último año, la atención de la prensa y los observadores internacionales se ha volcado hacia personalidades al margen de la militancia política opositora. En medio de la parálisis de la disidencia, los blogueros, con Yoani Sánchez a la cabeza, artistas rebeldes como el escritor Orlando Luis Pardo y músicos como Gorki Aguila son una promisoria muestra de creciente resistencia cívica ante la dictadura cubana. Y el castrismo, sin duda, ya ha tomado nota.
¿Lograrán impulsar ellos un movimiento popular o al menos, la conciencia sobre la necesidad de la democracia en Cuba? Quién sabe. El sector más joven de la sociedad cubana es el menos comprometido con la dictadura pero a la vez el más permeado de escepticismo político, apoliticismo, escapismo y otros ismos similares.

Parecería, sin embargo, que después de 50 años de dictadura, el rechazo a ese régimen adopta formas más originales e independientes. Por fin, un soplo de aire fresco, esperanzador.

viernes, 20 de febrero de 2009

Capacidad de ayuda humanitaria a la oposición interna de Cuba.

PUERTO RICO - Febrero 20, 2009 La organización sin fines de lucro, Operación Liborio, registrada en Puerto Rico bajo el No. 33180 desde 1990 ha mantenido un trabajo sostenido de apoyo a los presos políticos y sus familiares y dentro de las posibilidades al resto de la oposición interna.

Todo esto se hacía, principalmente, con el aporte personal de su fundador el Sr. Enrique Blanco, quien producto ya de su edad, cambios en su status laboral y otros factores ajenos a su voluntad le impiden seguir brindando su generosos aporte financiero.

Es justo reconocer que durante años la comunidad cubana exiliada brindó su solidaria cooperación, pero el desgaste por envejecimiento y muerte de sus integrantes hace que se haya reducido significativamente su contribución. También durante el período 2001-2002 recibimos un presupuesto de 23 692.50 dólares para cubrir los costos de envío suministrado por la organización radicada en Miami, Grupo de Apoyo a la Democracia, que recibía fondos de la USAID.Nuestra capacidad de conseguir medicamentos es ilimitada, pues tenemos relaciones con un gran laboratorio que dona todas aquellas medicinas que tienen fecha de expiración menor al año.

En la actualidad, a pesar de múltiples pedidos desde Cuba, tenemos varadas miles de libras de medicamentos por falta de recursos para su envío: 150 libras de medicamentos surtidos, que contemplan antibióticos, antiinflamatorios, analgésicos y para la presión arterial y la diabetes entre otros, 800 libras de vitaminas y minerales desde la A, a la Z. Así como una gran cantidad de equipos nebulizadores para el tratamiento del asma.

Cualquier persona u organización que tenga la posibilidad de brindar soporte económico o logístico para continuar este hermoso trabajo que venimos realizando hace 19 años, puede contactarnos a través:

Enrique Blanco,
Calle Crisantemo #3, Golden Hills, Bayamón, Puerto Rico 00956,
Teléfonos (787) 786-5695 y 787 640 1177
E-mail: operacionliborio@yahoo.com.

El correo de Estados Unidos presta un servicio de envío a Cuba de 4 libras, por un costo aproximadamente de 28 dólares. Quien aporte para estas operaciones recibirá a vuelta de correo factura original de dicha transacción.

Fdo. Operación Liborio
Puerto Rico
http://operacionliborio.blogspot.com/

martes, 17 de febrero de 2009

La cosa pinta fea

Enrique Blanco
Puerto Rico
Febrero 15 del 2009

La revitalización y reciclaje de las fuerzas antidemocráticas, que habían sufrido un serio deterioro al final del siglo pasado, dan al régimen cubano un nuevo soporte estratégico. Rusia en su papel de potencia mundial, vuelve a utilizar a Cuba como presencia geográfica y de equilibrio hegemónico frente a los Estados Unidos.

Latinoamérica, con una izquierda económicamente poderosa, domina la balanza política de la región y hace de los procesos electorales un show democrático. Todo esto cuando Estados Unidos no encuentra un rumbo que asegure su estabilidad y su propia subsistencia al frente de un liderazgo mundial.

Los que apuestan más a las personas, que a los propios sistemas en sí, esperaban a la desaparición física de Fidel Castro para la solución de la situación cubana. Muchos para darle mayor fuerza a sus esperanzas atribuían a Raúl Castro un alcoholismo severo, que comprometía seriamente su salud con una cirrosis hepática.

Todas estas teorías se están desmontando. Fidel Castro desde su anonimato sigue haciendo presencia mundial como si estuviera presente cada día, Raúl por su parte, muestra gozar de una buena salud, incluso en este último recorrido por diferentes países se vio ágil, que para una persona de su edad, no cojea, ni arrastra los tacones. Así se vio bajar las escalerillas del avión sin marcada dificultad.

Puede que no nos guste oír nuestra realidad, pero la cosa pinta fea. No tenemos una oposición ni externa ni interna que encuentre una estrategia coherente que ponga en riesgo el poder de los gobernantes cubanos. Una oposición interna que se vincule a la población a partir de sus demandas sociales y sirva de catalizadora de la inquietud social.

Solo una crisis socio-política de ingobernabilidad obligaría a la cúpula gobernante a negociar una salida política, pero hasta el momento están en total control del poder. Por tanto, no van a arriesgar su seguridad, incluso la posibilidad de enfrentar un proceso judicial sin ninguna necesidad. Esa es una realidad que muchos no tienen en cuenta al pedirle apertura a los gobernantes cubanos ¿Quién le garantiza inmunidad judicial? Ellos están por naturaleza, obligados a seguir atrincherados en el bunker del poder.

Y como si fuera poco, la América Latina se recompone a su diseño y medida. Chávez quita frenos a sus pretensiones de radicalizarse en el poder y se convierte en pieza importante para la estrategia continental de cambiar el esquema político y la correlación de fuerzas frente a los Estados Unidos y el hemisferio Occidental.

Si no se busca enfrentar a los regímenes populistas y socialistoides con sus propias armas estamos perdidos. Hay que movilizar a los diferentes estratos sociales en reclamo de sus propias necesidades, solo así tendremos capacidad movilizativa necesaria para enfrentar el poder y crear el ánimo suficiente para derrotarlos en las urnas.

Las elecciones, que eran la herramienta favorita por excelencia, de la democrática han demostrado que por sí solas no garantizan la pureza de los procesos democráticos. Así que hay que ponerse las pilas, porque el tiempo se nos va de las manos. Al menos a los cubanos, que llevamos ya 50 años en este macabro proceso, el tren se nos está yendo. El exilio todos los días aporta una gran cuota de nuevos inquilinos a nuestros cementerios y así todavía muchos soñamos con volver, no sé hasta cuando, pero seguiremos soñando.

martes, 10 de febrero de 2009

Entrevista al padre José Conrado

“No basta decir
pa’ lante, hay que saber pa’ dónde”.

El 8 de Septiembre del año 1994, día de la fiesta de la Virgen de la Caridad del Cobre, el Padre José Conrado en medio de una situación histórica muy peculiar que vivía el país pues entre otros acontecimientos acababa de ocurrir el hundimiento del remolcador 13 de marzo, la crisis de los balseros y el “maleconazo”, lee en su parroquia una carta titulada “Cuando la Patria Peligra”. Ese mismo año es enviada al Jefe del Estado cubano, Doctor Fidel Castro Ruz, por aquel entonces Presidente de la República de Cuba. Este hecho permitió que muchos cubanos y no cubanos conocieran de la existencia de este Padre que de una manera muy auténtica, sincera y responsable había reflejado el sentir de nuestro pueblo.

El 4 de Diciembre de 2007, a raíz de la profanación de su parroquia por fuerzas combinadas de la Policía y la Seguridad del Estado, su nombre resalta una vez más en todo el Globo Terráqueo al asumir valientemente la defensa de su Iglesia y de los fieles que se encontraban dentro. De “Pachanga Terrorista” calificó todo el ostentoso operativo y su arrojo y coraje en defensa de los Derechos Humanos ese particular día en que se celebraba la fiesta de Santa Bárbara, fue reconocido y recordado hasta la actualidad.

El 5 Febrero de 2009 también será reconocido por la historia. La noticia ya está en la calle: “El Padre José Conrado le acaba de enviar una carta abierta a Raúl”. Una vez más la veracidad de los planteamientos y de sus argumentos, son el reflejo y el sentir de los pobladores en general, sería de gran utilidad que la misma pudiera llegar de forma masiva a la población, que vería reflejada en ella sus propias preocupaciones. Es como el pueblohablando por medio de nuestro sacerdote insigne.

No obstante la preocupación de los que tuvimos la oportunidad de leer la carta nos conmocionó ante la posibilidad que tomaran algún tipo de represalia contra el Padre. Preparé mi agenda y muy temprano en la mañana entraba en el “Salón Parroquial” de su Iglesia. Fue gratificante ver la cantidad de personas que buscaban la posibilidad de inscribirse en los Talleres de Oración, otras admiraban y buscaban la forma de inscribirse en el nuevo Gimnasio.

Abajo tres personas esperábamos por él, estaba terminado de atender una llamada del exterior. Muy cordialmente al bajar nos saludó a todos y me invitó a sentarme en el portal de su casa desde donde orientó sacar del congelador los ingredientes que usan en el ajiaco que tres días a la semana preparan para los enfermos postrados y los más necesitados.

Periodista Independiente Juan Carlos Hernández Hernández: ¿Estimado Padre, a raíz de la carta, no teme que la jerarquía eclesiástica pueda tomar medidas contra usted como la vez pasada y sacarlo a estudiar de nuevo al extranjero?

Padre: Realmente te puedo decir que si y que no. Como bien me recuerdas hace 15 años, pues la anterior carta fue escrita en 1993, leída en 1994 y conocida en el 1995 debido a la difícil situación que vivía el país pero donde al igual que en esta, trataré que se divulgue internamente, pues reflejaba mi sentir, el

Padre José Conrado. Párroco de la Iglesia Santa teresita del Niño Jesús. Santiago de Cuba
de mi comunidad y el de mi pueblo en general. Nosotros atendemos en nuestra comunidad- que como ves -aunque está situada en la calle Enramadas, que es una calle céntrica de la ciudad, nosotros estamos en el extremo pobre de la misma, donde asistimos y, entre otras muchas cosas, también damos un ajiaco o caldosa bien preparado sobre todo a los enfermos postrados y más pobres. Por otro lado, ya pienso que a mi edad no me deban de pedir que salga o través a estudiar, pienso que lo he hecho suficiente.

Periodista: Padre, ¿Cuando usted le dice al General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba, y cito: “Tenemos que tener la enorme valentía de reconocer que en nuestra patria hay una violación constante y no justificable de los Derechos Humanos, que se expresa en la existencia de decenas de presos de conciencia y en el maltrecho ejercicio de las más elementales libertades: de expresión, información, prensa y opinión, y serias limitaciones a la libertad religiosa y política”, no teme ser considerado un disidente.

Padre: Yo soy un hombre de bien, soy un hombre bueno, continuamente estoy pensando cómo ayudar a la gente sin ninguna aspiración de ningún tipo, esto que he hecho y Dios lo sabe es sin anhelar nada, solo el bienestar de mi pueblo. El estar al lado de las personas, acompañarlas luchando por la verdad, la justicia y hacer el bien en la medida de lo que pueda y hasta en la que no pueda es lo mío. Mi misión es estar siempre al lado de los enfermos, de los desvalidos, de los que sufren, buscando comida para ayudar a los que pasan hambre, los que tienen necesidad y pienso que por eso no me clasifiquen como un disidente.

Periodista: Padre aunque el objetivo de su misiva no fue presentar una lista de quejas y agravios sobre nuestra realidad nacional, ¿cómo considera usted que podemos ir enfrentando nuestra situación actual teniendo en cuenta la crisis económica que está viviendo el mundo en general?

Padre: La predicación del Evangelio es lo único que puede despertar la llama de la Fe y de la esperanza en la gente, todos nuestros problemas tienen respuesta desde Jesucristo.
Periodista: Padre muchas gracias
Padre: Gracias

Padre José Conrado Rodríguez,
Párroco de la Iglesia Santa Teresita del Niño Jesús,
en Santiago de Cuba

domingo, 8 de febrero de 2009

Carta abierta al General de Ejército Raúl Castro Ruz

Carta abierta al General de Ejército Raúl Castro Ruz,Presidente de la República de Cuba.

Santiago de Cuba, jueves, 05 de febrero de 2009

Estimado Señor Presidente: Hace quince años me atreví a escribirle al entonces jefe del Estado cubano, Doctor Fidel Castro Ruz, por aquel entonces Presidente de nuestro país. La gravedad de aquella hora me lo impuso como un deber para el bien de la Patria. La gravedad de esta hora me impone escribirle a Ud. para hacerle partícipe de mis preocupaciones actuales. ¿Debo acaso describirle la situación de nuestro país? La crisis económica afecta a todos los hogares y hace que las personas vivan angustiosamente preguntándose: ¿qué voy a comer o con qué me voy a vestir? ¿Cómo conseguiré lo más elemental para los míos? Las dificultades de cada día se tornan tan aplastantes que nos mantienen sumidos en la tristeza y la desesperanza. La inseguridad y el sentimiento generalizado de indefensión provocan la amoralidad, la hipocresía y la doble cara. Vale todo porque nada vale, más que la sobrevivencia a todo precio, que luego descubrimos que es “a cualquier precio”. De ahí que el sueño de los cubanos, en especial de los más jóvenes, sea abandonar el país.

Parecería que nuestra patria está ante un callejón sin salida. Como hombre de fe, sin embargo, yo creo que Dios jamás nos pone ante situaciones absolutamente desesperadas. Creo firmemente que nuestro camino como nación y como pueblo, no acaba en un precipicio ineluctable, en una realidad de desgracia irreversible. Siempre hay una solución, pero se necesita audacia para buscarla y encontrarla. En sus recientes y urgidos llamamientos a trabajar con tesón incansable creo reconocer una peculiar y certera percepción de la gravedad del momento, pero también, que Ud. considera que la solución depende de nosotros. Pero como decía aquel slogan convertido en chiste… “No basta decir pa’lante, hay que saber pa’ dónde”.

Hemos vivido culpando de nuestra realidad al enemigo, o incluso a los amigos: la caída del bloque de países comunistas en Europa del Este, junto con el embargo comercial de los Estados Unidos se han convertido en el totí que carga con todas nuestras culpas. Y esa es una cómoda pero engañosa salida ante el problema. Como decía Miguel de Unamuno, “solemos entretenernos en contarle los pelos que la esfinge tiene en su cola, porque nos da miedo mirarla a los ojos”.

No basta, General, con resolver los problemas, ciertamente graves y urgentes, de la comida, o del techo, que en los recientes huracanes, tantos compatriotas acaban de perder “con sus pobres enseres: miedos, penas”. Estamos en un momento tan crítico que debemos plantearnos una profunda revisión de nuestros criterios y de nuestras prácticas, de nuestras aspiraciones y de nuestros objetivos. Y aquí cabría, con todo respeto, recordar aquellas palabras que nuestro Apóstol nacional José Martí le escribió al Generalísimo Gómez en una situación en cierto modo semejante: “No se funda un pueblo, general, como se manda un campamento”.

El mundo está cambiando. La reciente elección de un ciudadano negro para ocupar la primera magistratura de un país antiguamente reconocido como racista y violador de los derechos civiles de los negros, nos dice que algo está cambiando en este mundo. La encomiable y fraternal preocupación de nuestros hermanos del exilio ante los fenómenos meteorológicos que recientemente han golpeado a nuestro pueblo, y su ayuda generosa, desinteresada e inmediata, son el signo de que algo está cambiando entre nosotros. El gobierno cubano que Ud. hoy encabeza, debe tener la audacia de encarar esos cambios con nuevos criterios y nuevas actitudes. Nuestro país ha reaccionado con valor cuando un gobierno foráneo ha querido inmiscuirse en nuestros problemas nacionales. Sin embargo, cuando se trata de la violación de los Derechos Humanos, no solo los gobiernos, sino hasta las personas individuales, los simples ciudadanos, de dentro o fuera del país, tienen algo que decir. En su Carta desde la Cárcel de Birminghan, Martin Luther King dijo: “La injusticia particular es una amenaza a la justicia universal. Estamos atrapados en una red ineludible de reciprocidad, unidos en un único tejido del destino. Lo que afecta a uno directamente, afecta a todos indirectamente”. Tenemos que tener la enorme valentía de reconocer que en nuestra patria hay una violación constante y no justificable de los Derechos Humanos, que se expresa en la existencia de decenas de presos de conciencia y en el maltrecho ejercicio de las más elementales libertades: de expresión, información, prensa y opinión, y serias limitaciones a la libertad religiosa y política. El no reconocer estas realidades, para nada favorece nuestra vida nacional, y nos hace perder el respeto por nosotros mismos, a nuestros ojos y a los ojos de los demás, amigos o enemigos.

La causa de la paz, interna y externa, y la prosperidad misma de la nación, se enraízan en el respeto incondicional a esos derechos que expresan la suprema dignidad del ser humano como hijo de Dios. Y guardar silencio sobre esta realidad, pone sobre mi conciencia un peso tal, que no me siento capaz de soportar. Y ésta es para mí, mi manera de servir a la verdad y de ser consecuente con el amor que siento por mi pueblo.

Le confieso, general, el disgusto y la tristeza que me ha causado saber que nuestro gobierno ha rechazado, al parecer por razones ideológicas o de diferencias políticas, la ayuda que querían enviar EEUU y varias naciones europeas, para los damnificados por los ciclones que azotaron nuestra tierra. Cuando uno cae en desgracia, (y eso le puede suceder a cualquiera, también a los poderosos), es la hora de aceptar la ayuda que se brinda, porque esa ayuda revela un fondo de buena voluntad ante el dolor, de solidaridad humana, incluso en aquellos que considerábamos nuestros enemigos. Darle la oportunidad al oponente de ser bueno y de hacer lo justo, puede sacar a flote lo mejor de nosotros mismos, y del otro, haciéndonos cambiar viejas actitudes y curar resentimientos dañinos. Nada contribuye más a la paz y la reconciliación entre los pueblos que este saber dar y recibir. La frase de San Francisco de Sales, válida en las relaciones interpersonales, también lo es entre países: “más moscas se cazan con una gota de miel, que con un barril de vinagre”. Como dijo su Santidad Juan Pablo II en su visita a nuestro país: “que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba”. Pero si seguimos con las puertas cerradas nadie podrá entrar, por más que lo desee. Un signo de esperanza para mí es la participación y mayor espacio que se le ha dado a CARITAS para ayudar a nuestro pueblo. Eso merece un especial reconocimiento y es un cambio positivo y esperanzador.

Créame, Señor Presidente, no le escribo para presentarle una lista de quejas y agravios sobre nuestra realidad nacional, aunque si así lo hiciera esa lista podría ser muy, muy larga. La verdad, he querido hablarle de cubano a cubano, de corazón a corazón. Un gran amigo mío sacerdote, ya fallecido, solía decirme: “un hombre vale lo que vale su corazón”. En el entierro de su esposa, al verlo a Ud. rodeado de sus hijos y nietos, conmovido hasta las lágrimas, yo percibí que es Ud., un hombre sensible. Y yo pienso que mayor sabiduría hay en el corazón de un hombre bueno que en todos los libros y bibliotecas de este mundo, pues como dice la canción: “lo que puede el sentimiento no lo ha podido el saber, ni el más alto proceder, ni el más ancho pensamiento…”. Por eso apelo a su sentido de responsabilidad, a su bondad, para decirle que no tenga miedo, que sea audaz en emprender un nuevo camino diferente en un mundo que está dando tantas señales de cambiar a mejor. Como le dije a su hermano hace 15 años, todos los cubanos somos responsables del futuro de la patria, pero por el cargo que Ud. ocupa, por el poder que ahora tiene, esa responsabilidad recae de manera especial en Ud.

Si Ud. decide emprender ese camino de esperanza, cuente conmigo, general. Me tendrá en primera fila, para ofrecerle a Cuba, una vez más, lo único que tengo: mi corazón; y a Ud. mi mano franca y mi colaboración desinteresada. Así haremos realidad el sueño martiano de hacer una patria “con todos y para el bien de todos”.

Quiero terminar con unas palabras que dijo nuestro actual Papa, Benedicto XVI en 1968: “Aún por encima del Papa como expresión de lo vinculante de la autoridad eclesiástica, se halla la propia conciencia, a la que hay que obedecer la primera, si fuera necesario incluso en contra de lo que diga la autoridad eclesiástica”. Si eso vale para la autoridad eclesiástica cuyo origen considero divino, vale para toda otra autoridad humana, por poderosa que ésta pueda ser.

Con mis mejores votos,

José Conrado Rodríguez Alegre,

Pbro.Párroco de Santa Teresita del Niño Jesús.


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